Aquí, en el corazón de las montañas, descubrirás huellas de dinosaurios, fósiles de épocas prehistóricas y los históricos grabados rupestres que relatan la vida de los primeros habitantes de esta tierra. Un recorrido exclusivo a través de uno de los territorios más remotos y bellos de Marruecos, donde las huellas de tiempos ancestrales permanecen intactas.

En el Alto Atlas, podrás seguir las huellas de dinosaurios que datan de más de 160 millones de años en sitios como Iouaridene y Ait Blal. Estas áreas no solo son testigos de la vida prehistórica, sino que también revelan formaciones geológicas únicas, creando un paisaje sobrecogedor que parece haber quedado congelado en el tiempo. La importancia de estos geo-sitios radica en su capacidad para contar la historia de la evolución de la vida en la Tierra.

Pero el viaje no solo se limita a los fósiles y las huellas de dinosaurios. En las remotas regiones del Anti-Atlas y el Alto Atlas, podrás admirar algunos de los grabados rupestres más antiguos del mundo, con más de 10,000 años de historia. Representaciones de figuras humanas, animales como camellos y ciervos, y motivos geométricos que narran historias de caza, rituales y vida cotidiana de las antiguas comunidades. Estos grabados no solo son un testimonio visual, sino también una ventana a las tradiciones y creencias de los pueblos prehistóricos de Marruecos.

Además de la exploración geológica y paleontológica, este viaje te ofrece la oportunidad única de convivir directamente con las tribus amazigh locales. Conocerás a los descendientes de los antiguos pobladores que han habitado esta región durante siglos. Su conexión con la tierra, su sabiduría ancestral y sus tradiciones seguirán siendo una parte esencial de tu experiencia. A través de sus historias y su modo de vida, comprenderás cómo el patrimonio natural y cultural se entrelazan en esta zona única.

El viaje también incluye la posibilidad de participar en actividades que promueven la solidaridad y el desarrollo sostenible, apoyando las iniciativas locales y contribuyendo a la conservación del entorno natural y cultural. Estas actividades pueden incluir talleres sobre geología, conservación del medio ambiente y proyectos de desarrollo comunitario en las tribus locales.