Desde los vestigios más remotos de las primeras civilizaciones hasta el esplendor de las dinastías imperiales, cada paso te llevará a descubrir las huellas que han marcado la historia del país y del mundo.

Iniciamos el recorrido en un sitio crucial para la historia de la humanidad, donde los restos de los primeros Homo sapiens fueron descubiertos. Este hallazgo redefine nuestra comprensión de los orígenes humanos, llevándonos a un lugar donde la historia se reescribe. A lo largo del viaje, cada destino será un testimonio de las migraciones, las conquistas, y los avances que han forjado no solo Marruecos, sino la humanidad misma.

Recorreremos las huellas de los fenicios, cartagineses y romanos, que marcaron el nacimiento de las grandes ciudades del norte de África. Lixus, una de las primeras ciudades fundadas por los fenicios, y la majestuosa Volubilis, nos conectarán con las antiguas culturas que unieron el Mediterráneo desde el norte hasta el sur. Sus monumentos, templos y mosaicos nos cuentan historias de un pasado glorioso que sigue vivo en los vestigios que aún permanecen.

Marruecos se convirtió en un centro de conocimiento y poder bajo la llegada del Islam. En ciudades como Fez, conoceremos una de las universidades más antiguas del mundo, mientras que en Meknes descubriremos la grandeza de los Alauíes a través de la arquitectura monumental. Cada rincón de estas ciudades imperiales nos habla de un pasado que aún late con fuerza en el presente.

En la ciudad azul de Chefchaouen, nos sumergiremos en la serenidad de la influencia andalusí que sigue viva en su arquitectura, sus callejones y sus tradiciones. Mientras nos adentramos en el sur, en lugares como Asilah, exploraremos la fusión de las culturas fenicia, cartaginesa e islámica, todas enmarcadas por la riqueza del comercio y la convivencia multicultural.

Nos adentraremos en el Valle del Drâa, donde las kasbahs de barro y los oasis nos conectan con las rutas de las caravanas.
En Amezrou, la kasbah judía nos mostrará la rica historia de la convivencia entre judíos y bereberes. En Meknes, disfrutaremos de una cata de vinos, donde las antiguas cepas nos revelarán los secretos de la tierra marroquí.

La música Gwana en Ramlia nos invitará a conocer las tradiciones musicales del sur, mientras que la visita a Ait Ben Haddou nos permitirá admirar una de las kasbahs más impresionantes del mundo, un testimonio de la arquitectura ancestral que ha resistido el paso del tiempo.

Marrakech, con su vibrante medina, sus jardines y su arquitectura única, nos recordará el esplendor de los almorávides y almohades. La plaza Jemaa el-Fna, epicentro de la vida marroquí, será el escenario de historias que se mezclan entre el pasado y el presente.

Cerramos este viaje en Casablanca, una ciudad moderna que refleja el Marruecos contemporáneo. Antes de llegar allí, nos dirigiremos a El Jadida, un puerto histórico donde los vestigios de la ocupación portuguesa nos dan una nueva perspectiva sobre la historia de Marruecos y su interacción con otras culturas.